Las escenas que vemos en redes sociales de agentes federales persiguiendo a inmigrantes en Los Ángeles evocan, para algunos, un capítulo vergonzoso de la historia estadounidense.
Hace casi 100 años más de un millón de personas de origen mexicano, inclusive ciudadanos estadounidenses, fueron expulsados a México.
Los acusaron de robar empleos y de ser una carga pública, cuando EEUU padecía una profunda crisis económica.
Hubo redadas masivas por todos lados. Familias enteras fueron detenidas en fábricas, hospitales, parques y plazas públicas. El operativo más grande sucedió en la Placita Olvera en 1931.
El condado de Los Ángeles financió los trenes en los que expulsaron a tantos mexicanos y los periódicos de la época no se indignaron por la injusticia que se cometía.
Se generó un ambiente tan hostil, que muchos prefirieron autodeportarse por miedo a ser arrestados en las redadas que hacían agentes migratorios y de la Policía de Los Ángeles.
Expertos creen que la historia, de cierta manera, se está repitiendo con todo esto que está haciendo el gobierno de Trump.
(Crédito de las fotos: Archivos de la Biblioteca del Congreso de EEUU y de la Biblioteca de Los Ángeles)
Este es mi video más reciente: