ALEJANDRO CANO
ALEJANDRO CANO ESPECIAL PARA LA PRENSA
Publicado: 09 mayo 2012 10:11 AM
RANCHO CUCAMONGA – A cinco años de la muerte de Fernando Pedraza, el jornalero que paradójicamente encontró la muerte en la misma esquina en donde buscaba el pan de cada día, su espíritu combatiente continúa motivando y siendo ejemplo de inspiración en la lucha por la justicia social.
Pedraza, quien falleció el 5 de mayo del 2007 durante un accidente automovilístico mientras desafiaba a miembros del grupo Minuteman en la ciudad de Rancho Cucamonga, fue recordado el viernes 4 por familiares, amigos y jornaleros que como él solía hacer se reúnen en la esquina de las calles Grove y Arrow para buscar trabajo.
“Fernando no ha muerto, está entre nosotros. Fernando sigue en esta esquina y aunque no esté de cuerpo, su espíritu continúa entre nosotros motivándonos a salir adelante y a no bajar los brazos en la lucha”, indicó Bernardino Gutiérrez, amigo de Fernando y testigo del fatídico accidente.
La ceremonia contó con la participación de activistas y líderes comunitarios del Inland Empire, como el profesor retirado José Calderón, el padre católico retirado Patricio Guillén, Fernando Romero, coordinador de la Coalición para Justicia de los Inmigrantes del Sur de California, y Suzanne Foster, directora ejecutiva del Centro de Oportunidades Económicas de Pomona, entre otros.
Calderón instó a la comunidad a seguir el ejemplo de vida de Pedraza y a continuar luchando en contra de leyes antiinmigrantes, como la SB 1070 que “destruyen familias” y que solo “criminalizan” a los residentes indocumentados. El exprofesor de la Universidad Pitzer en Claremont no quita el dedo del renglón y exige al gobierno federal una reforma migratoria integral.
“Pero para que eso suceda hay que votar. Tenemos que ejercer el derecho”, indicó Calderón.
El padre Guillén elevó una plegaria al cielo para que los legisladores aprueben leyes humanitarias que protejan el bienestar de la comunidad migrante. Guillén recalcó que las autoridades locales tienen el deber de proteger a todo residente, incluyendo a los jornaleros que son vistos por gente antiinmigrante como un problema de estética y económico.
“Los derechos civiles son de rigor. Nadie debe violarlos y el gobierno debe trabajar para que se respeten. Así como Fernando luchó para que se respete esta esquina, así hay muchos hoy en día luchando por el respeto y dignidad. No olvidemos nunca su esfuerzo ni tampoco dejemos de luchar… juntos lograremos la victoria”, comentó Guillén.
La ceremonia fue organizada en su mayoría por la Coalición Fernando Pedraza, la cual está formada por líderes comunitarios, entre ellos Junko Ihrke y Marina Wood, maestra de inglés como segundo idioma en la esquina laboral, así como estudiantes de varias instituciones locales.
Pedraza, quien fue líder jornalero, murió al ser arrollado por un vehículo luego de que éste chocara con otro durante una manifestación entre jornaleros y personas que defienden los derechos del inmigrante y miembros del grupo Minuteman (hoy We the People), los cuales actúan como vigilantes en la frontera para, según ellos, reducir la inmigración ilegal.
Por su labor, líderes locales formaron una coalición en su nombre, la cual tiene como principal objetivo crear y mantener una relación entre los grupos locales para ayudar a los jornaleros en cuestión de educación y asistencia legal. Para crear una relación con la comunidad, la coalición ayuda a promover eventos caritativos en los que destaca el deporte.
Al concluir la ceremonia, los asistentes disfrutaron de ricas tortas de jamón y queso preparadas por la familia Pedraza, cuyos miembros agradecieron el gesto otorgado año tras año. El grupo Son Real amenizó la festividad con canciones que incluyen letras que exigen la justicia social, libertad y respeto.